Dentro de mi pequeño entendimiento por la realidad (o mi realidad) creo que son muy pocas las cosas que son atemporales y una de ellas es Snoopy (aunque suene a chiste), yo amo a ese “campo corto”; realmente me parece increíble que a mas de 50 años siga causando el mismo efecto en las personas, sin importar la brecha generacional ni el contexto histórico, económico o social que los dividie, Snoopy es la ley.
También pasa lo mismo en otros campos como por dar algunos ejemplos que se me ocurren rápidamente están los Beatles, Beethoven, La Biblia, Jan van Eyck, y Cher, bueno Cher. no... el Sr. González (y sus cuates de la chamba) decía(n) “Lo moderno siempre caduca” y yo pienso que mas que caducar la honestidad brutal de la infancia pone cada cosa en su lugar (hay güey!) Pero bueno y q pasa con las ¿personas y los sentimientos?, si bien como lo comente en un principio en mi pequeño entendimiento por la realidad yo digo que si, si existen sentimientos y personas atemporales, pero el problemas es que como diría Bunbury (jojojó) “hay muy poca gente”, hay personas que llegan y se van, personas de paso, personas que van y vienen, personas que nunca llegan y personas que se quedan aunque no estén ( lo se, suena estúpido ). Y lo mismo debe de pasar con los sentimientos
Ya dejando tanto mal viaje y cursilería amo todas las cosas atemporales que el hombre a creado, pienso que esas cosas son las que colocan a los artistas encima del hombre y debajo de Dios. Arturo Rivera alguna vez dijo “mi objetivo como artista es conmover y perdurar”.
Ahora si cierro esta entrada dejando estos episodios de Charly Brown que están súper chidos y con una frase que leí hace unos días del señor LD MORAN “Hasta Thom Yorke languidece con la séptima”
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